miércoles, 22 de mayo de 2013

Más allá de la gastroenteritis...

Más allá de mis problemas estomacales (por decirlo finamente y no llamarlo cagalera colosal) ha habido otras cosas estos días. ¡Y menos mal!

De un lado el propósito de palo de hacer una triatlon sigue en pìe y, para más datos, ya puedo adelantar que tengo bicicleta y, atención, neopreno. Bueno, el neopreno está en camino porque al final, en un arrebato de locura, lo compré por internet. Espero recibirlo antes de que acabe la semana y estoy loca por probármelo y comprobar si, como dicen por ahí, me sentiré con superpowers. Espero sentir esos superpowers y no que el neopreno no es de mi talla. Superpower que no sirve de nada y que supone un pequeño dolor de cabeza...

Sigo con la piscina y, contra todo pronóstico, he rebajado el tiempo de 11:40/ 500m que hiciera antes de la visita a EEUU. Ahora estoy en 11:25 pero llego a tal estado de sofocación que me parece imposible salir del agua y, acto seguido, coger la bicicleta. Espero que más adelante la cosa cambie aunque no creo que vaya a ser nada espectacular. 

También me conformo con no ahogarme o entrar en pánico en el agua al descubrir que, en las aguas del Leman, una criatura del cretácico ha sobrevivido al paso del tiempo. Una especie de carpa gigante devorapersonas que durante milenios, agazapada en las profundidades, ha estado alimentándose sin que nada ni nadie lo notase. Espero que, si tal criatura existe, haga el favor de no darse un paseo el día que yo voy a nadar y que, si lo hace, lo haga en son de paz. ¿VALE?

"Cuando nos veas no lo dudes. ¡Somos reales y no un producto de tu imaginación!" (*)

(*) Y las malditas me lo dirán añadiendo la risa malvada del puto Conde Drácula del Coppola. ¡Que lo sé yo!

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