viernes, 3 de mayo de 2013

EEUU

Aunque parezca mentira, ya ha pasado un mes desde mi última entrada y, claro está, ya hemos pasado nuestras vacaciones en territorio estadounidense. Vamos, que lo del paso del tiempo es terrorífico...

Llegamos anteayer y lo hicimos bastante hechos polvo después de un vuelo largo, largo. El vuelo tuvo su qué porque Jone venía pachucha de la barriga así que mejor no me extiendo en detalles escatológicos que todo buen lector sabrá imaginar. En cualquier caso, llegamos enteros y contentos. ¡Cosa que no es poca!

El jetlag está haciendo estragos. Hoy hemos amanecido a las 3 de la mañana y a las 4 estábamos cocinando crêpes. Cosa que no está mal para sobrellevar el madrugón. Ayer Jone durmió todo el día y eso tampoco estuvo nada mal porque me pude entretener con el volcado y recopilación de las fotangas del viaje. Recopilación que aquí podeis chafardear si os apetece y que espero os guste. 

Sobre el viaje, me habría gustado poder explicar cosas mientras estuve allí y por eso mismo me llevé el ordenador pero blogger no me funcionaba y me quedé con las ganas. Por otro lado, los días se sucedían entre tantas cosas que no sé si tampoco podría haber escrito mucho.

Hemos sobrevivido al colapso de hamburguesas y pancakes. A las Vegas. A esas carreteras sacadas de pelis de miedo. A los americanos y su exceso de reglas. A las salsas de las ensaladas. Al café chungo-chirri americano. A los desayunos de los hoteles. Al uso de tenedores y platos desechables. A los supermercados llenos a petar. Al precio del carburante. A la coca-cola de polvos. A la sensación de bajón que te deja ver tanto sin techo en el denominado país más rico del mundo. A la pasta gansa que se respira en Beverly Hills. A los coches-tanques que dan miedo. A Jone queriendo comer sólo patatataaatttaaaaaa....

En cualquier caso, me quedo con todo lo que hemos visto por allí. Sobretodo con lo espectacular de sus paisajes, con la fuerza de sus contrastes y con esa permanente sensación de pasear por un sitio que, de algún modo inaudito, ya conocías. 

Ójala regresemos algún día.

  

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