Aquí, queridos parientes y amigos, voy a narrar una historia de terror porque terror es lo más parecido que he vivido yo estos últimos días. Me explicaré.
Había corrido yo la Genevoise y muy contenta me sentía sin saber que un plan maquiavélico se estaba urdiendo a mis espaldas. Los virus estomacales que afectaran a La Cachorra en los últimos días de viaje, estaban infiltrados en mi cuerpo sin yo saberlo y aprovecharon que corrí la carrera (y me desfondé) para hacerse fuertes en la sombra.
Yo, la verdad, no sé si entablaron conversaciones con los sirios, si se compicharon con los norcoreanos o si simplemente localizaron un excedente "olvidado" de armas soviéticas, pero el caso es que los putos virus estomacales (y perdón por la expresión) asaltaron mi cuerpo armados con Kalashnikovs y me han tenido secuestrada toda la semana. ¡Vamos secuestrada es poco!
Lo primero que hicieron fue secuestrarme todas las células. Con sus mitocondrios, su citoplasma y toda la madre que lo parió. Después me tuvieron el estómago amenazado a punta de pistola y el pobre, que yo sé que es débil, no podía aguantar tanta presión psicológica. Pero el que lo pasó peor, y doy fe, fue mi pobre esfinter. A este lo tuvieron amordazado y torturado. ¡Comparado, lo de Guantanamo es el chiquipark del McDonald's! Le decían: "Como aprietes, te vas a cagar..." Y se lo decían con risa maquiavélica. Como la que gastaba el conde Drácula de la peli del Coppola cuando Keanu Reeves estuvo pasándolas putas en su castillo. ¡Pero claro! ¡El Keanu Reeves no se las vió allí con los putos virus estomacales ni tuvo el esfinter amenazado de muerte! Sólo tuvo ("el pobrecito") que lidiar con unas vampiresas cachondas de cuerpos perfectos que lo querían matar a polvos. ¡JA! Me habría gustado ver a Keanu Reeves con el esfínter secuestrado...¡¡Cinco minutos de secuestro y te digo yo que lo vemos atravesar corriendo Transilvania entera y suplicar a Drácula que le deje entrar en su castillo!!
Pero olvidemos a Keanu Reeves y al megahijoputa del Conde Drácula. ¡¡Que aquí tengo que denunciar yo lo que me ha pasado estos días!!
Lo de estos días ha sido una masacre. La intifada del papel de water. La tercera guerra mundial del inodoro. ¡El holocausto de la letrina!
Para rematar, los virus estomacales me han quitado 3,5 kilos de mi cuerpo y eso está muy feo. Porque yo creo que lo de tenerme como me han tenido estaba ya muy mal como para encima saquearme de este modo. Que a una le cuesta toda una vida forjar las células (con sus mitocondrios, su citoplasma y toda la madre que lo parió) para que te las roben de semejante forma. Sin elegancia ni legalidad internacional.
En fin, por suerte (o por piedad divina) los putos virus estomacales se cansaron de mí como objetivo militar y decidieron abandonarme. Yo, la verdad, respiré aliviada porque pasarte tantos días amenazada de esa forma ha sido un horror. Desde aquí, sólo espero que esas pobres gentes que me enviaron un mail y que no recibieron nada de mí acepten este testimonio a modo de disculpa. La coyuntura ha sido extremadamente complicada pero confío que puedan perdonar mi total ausencia. Prometo volver a darles señales de vida pronto.
Sólo espero que los putos virus estomacales no se crucen en vuestras vidas. Si lo hacen...¡Rezad! (Y comprad una tonelada de papel de water...)