domingo, 17 de junio de 2012

Lo que decía...

Nuestra boda no podía tener aspiraciones nada pretenciosas y, dadas las circunstancias, sabíamos que no tendríamos muchos invitados. Con todo y con esas, el tema de preparar una boda tan sencilla como la nuestra también tuvo su pequeña miga. Dos semanas no es mucho tiempo para escoger restaurante o comprar argo que ponerte para el día en cuestión. A modo de recetario voy a relatar, punto por punto, como se sucedieron nuestros preparativos. Apúntenlos por si tienen previsto casarse o, mejor aún, por si no lo esperan para nada. 

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