Hoy me he levantado y le he propuesto a Marc irnos a Ginebra a buscar indicios primaverales. No era una misión fácil pero había que intentarlo.
Lo primero ha sido descubrir que la meteo se había equivocado estrepitosamente. Decían que haría sol pero del sol no hemos visto ni calcamonías. Cielo blanco, denso y típicamente invernal.
Decidimos ir al Parque de la Grange. En nuestro recorrido por la calle paralela al lago descubrimos también que las calles ginebrinas están desiertas y que podemos aparcar, sin problema, delante de la puerta del parque. Será que la gente está esquiando, decía Marc. ¡O quemando los muebles para entrar en calor!, respondía yo.
Entramos en la Grange y lo que se dice gente, no había mucha...
Sin embargo, descubrimos a una ciudadana comiendo fideos en un banco. ¿Serían thailandeses?
Paseando vemos los primeros indicios claros de primavera. ¡Una conífera empieza a prepararse para su polinización!
Continuamos el paseo y llegamos a la zona de juegos. Los columpios están casi desiertos...
...y en un banco, descubro a unas mujeres con gorros bolcheviques. ¡Primaveral total!
¡Pero no nos rendimos y descubrimos nuevos indicios primaverales!
Decidimos acabar nuestro paseo y dirigirnos a baños de Paquis, el clásico que te garantiza poder comer a horas hispanas en Ginebra. De camino veo un pájaro diferente y me pregunto si será migratoria. Sería entonces mi indicio claro clarísimo de que la primavera está cerca.
Al llegar a casa hago mis investigaciones y descubro que se trata de una garza real europea. La Wikipedia dice que es una ave migratoria que busca el calorcito cuando llega la primavera pero el mapa adjunto no deja muy claro si estas garzas viven por aquí todo el año o no. Vamos, que como el mapa es una castaña no podemos contentarnos demasiado con el hallazgo.
Llegamos a Paquis y allí, lo que se dice gente, tampoco hay mucha...¡Pero no es tan malo! Llegamos casi a las tres y aún tienen plat de jour. ¡Y qué plato, tú!
Nos acabamos la comida y abandonamos el lugar para, ¡sí, sí, sí! descubrir el indicio claro y definitivo de que la primavera está cerca. En las aguas cojonudas (que diría mi padre) unos pequeños patitos nadan graciosamente. Me encontraba yo en el puente de Paquis con el carro de Jone en volandas por lo que no era el momento de echar una foto. Y además...¡Hacía un frío que te cagaaaaaas así que aceptamos pulpo como animal de compañía y patito como indicio claro de primavera! O no...
Seguiremos informando.
Más fotangas aquí.
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