domingo, 31 de marzo de 2013

Jone, hoy.



¿Cómo es posible?

Ayer fui a la piscina y me pasó algo muy misterioso.

Para empezar llego a la piscina a una hora donde casi no había nadie. Milagrosamente sólo debía compartir el carril con un tipo por lo que me decidí a practicar lo de la voltereta de regreso. Claro, si no hay público no hay descojone y eso siempre anima a probar lo de la voltereta.

Pues bien, lo de las volteretas tiene tela de la marinera, oye. O me quedaba a tomar viento o me incrustaba en el bordillo. Yo ya sé que, según la teoría, la referencia es la "T" del suelo pero ya sabe que la teoría es una cosa y la realidad otra...

¡Pues bien! En una de mis volteretas estiro las piernas y, nuevamente, no encuentro la pared. Sin embargo esto no acabá aquí. No sé ni cómo, las piernas no encuentran la pared pero de repente los pies se montan en el bordillo como lo harían las patas de una rana entrando en una bañera. Pensando en lo complejo del resultado me sumerjo como puedo y reinicio mi nado como si nada hubiera pasado. Iba buceando y se me escapaba la risa imaginandome mis pies en el bordillo, seguramente estirados y con los dedillos abiertos.  



La cosa no acaba aquí, claro.

¡Resulta que el tipo con el que compartía el carril era un psicópata de los que se creen Michael Phelps!

En una de mis sufridas volteretas noté una corriente submarina que, por súbita y potente, me hizo pensar que alguien había soltado allí un atún rojo por error. Lo peor es que con la movida, y no sé cómo, fui a parar bajo la escalerilla...

Salí como pude con el flequillo de medio lado para descubrir que el origen de dicha corriente no era un atún rojo despitado sinó el tipo en cuestión. Que por cierto, ni se dignó a ver si estaba muerta o algo peor. En su padre pensé un rato hasta que me repeiné, abandoné la escalerilla y proseguí con mi particular hazaña.
 
De momento nado los 500 metros en poco menos de 12 minutos pero quizá, con intervención divina, mejore como para atreverme con el lago sin sufrir un síncope. O no...

La jungla piscinera.


Si hay una cosa que llevo mal en el mundo piscinero es lo de las agresiones subacuáticas. 

Para mí, que vengo de medio terrestre-agrestre, es lo más difícil de sobrellevar y que conste que yo ya sé que ésto no es como el atletismo de pista donde cada uno va en su calle a lo "no me toques, no me mires" pero esta marea de hostias inesperadas o de tensión sexual sumergida... No sé, no sé. Además, lo peor es que si sueltas un "de qué vas, capulllo!!!" se oye como una psicofonía del más allá debido a lo mucho que el sonido se distorsiona bajo el agua. ¡Insultar no sirve de nada en la piscina!

La piscina puede ser un terreno de lo más hostil. En un mismo carril se pueden juntar especímenes de lo más diversos en hora punta. ¡Milagroso es que no se registren defunciones!

En un carril cualquiera podemos encontrar a la vez a...

La señora que siempre nada de espaldas. No sólo va más lenta que la madre que la parió sino que, misteriosamente, siempre acaba adueñándose del carril.

El psicópata que se cree Michael Phelps. ¡Ah! Este es el más peligroso. Nadará y embestirá a todo nadante que se interponga en su camino. Jamás intente permanecer a su lado mientras ejecuta la voltereta de regreso pues la patada, en caso de producirse, podría sumirle en un coma profundo.

El señor mayor que pasaba por allí. Otro clásico. Este hombre en muchas ocasiones no lleva ni gafas de piscina y a veces se detiene en medio del carril para cambiar de estilo. Un tipo que, no obstante, puede aguantar una hora en la piscina para desesperación de todos aquellos con los que comparte el carril. 

El buen nadador o salmonete sinuoso. Este individuo aparece poco a hora punta porque ya sabe el percal que se monta. Nadar, nada de fábula y aunque pase a su lado a toda leche usted sólo sentirá el remolino de corriente que deja a su paso. Limpio, eficiente y pacífico. No confudir con el psicópata que se cree Michael Phelps.   

Los que hacen lo que pueden. El grupo más numeroso y del que me considero miembro. Esas gentes que un día deciden ir a la piscina y que, tras vérselas con el psicópata y la señora mayor, siempre se debaten entre seguir nadando o salir del agua y tomar una cervecita en el bar de las instalaciones. 

"¡Échenle huevos y vengan a nadar con nosotras!"

miércoles, 27 de marzo de 2013

052/365

Empezando a nadar (again).

Con la idea de hacer un triatlon en mente, ya he ido tres veces a la piscina. Todo un record, señores.

El triatlon que me gustaría probar es el "sprint" o corto, para que nos entendamos. Me gustaría hacer el de Ginebra (que será en julio) y en éste la parte de natación es de 500 metros. Normalmente son 750 metros y por eso, porque es más cortita, me siento más animada a intentarla. 

La cosa es que yo de nadar y de distancias no tengo pajolera idea pero, pese a mi ignorancia, lo de nadar 500 metros se me antoja un poco cansado. A bote pronto, si además me imagino nadando dicha distancia en el lago, pues ya te cagas...

Al día siguiente de tomar la decisión de preparame para el triatlon, me fui a la piscina de Ferney. Lugar de reunión y acceso de lo más inquietante...

Pues bien, el reto era saber si, por lo menos, podría nadar 500 metros sin morir en el intento. Me metí en la piscina y ahí que fui. Tenía que hacer 20 piscinas y hacerlas seguidas.¡No veas! Morirme no me morí pero me costó un huevo y parte del otro...

Mientras nadaba realmente pensé que hacerlo en el lago sería harina de otro costal y que, si no quería montar un numerito de rescate, me lo tendría que currar de verdad.

En el lago no hay bordillo salvador y eso de nadar y no ver ni hostias me da un poco de miedo. Que yo ya sé que el tiburón blanco no es de agua dulce  pero eso de mirar por las gafas y verlo todo negro no me gusta un pelo...


Algunas pajas mentales...

Bueno, yo no sé si, nuevamente, mi reaparecida menstruación tiene algo que ver pero el caso es que, desde entonces, llevo pensando en la posibilidad de hacer un triatlon. ¡No, no! No un heptatlon como cuando entrenaba sino un triatlon. Osea, una carrera donde empiezas nadando, luego te pegas una vuelta en bicicleta y, para acabar, dejas la bici y te pones a correr o, en su defecto, a arrastrarte hasta la meta.

La cosa es que, no sé porqué, me he propuesto volver a ponerme en forma y quizá eso se debe a que me siento mucho más energética desde que tengo la regla o, mejor dicho, desde que Jone mama muuuuucho menos. 

También debo confesar que, desde que tengo la regla, me siento como lista del todo para tener otro cachorro y para eso me quiero preparar también. ¡¡Que me quiero poner en forma, coño!!

Pero ¿por qué un triatlon? Pues no sé...

La cosa es que cuando navegaba por internete, mientras Jone echaba sus siestas, siempre acababa mirando el calendario de carreras e, inexplicablemente, acababa mirando los triatlones.Yo creo que hay algo de enferma mental en todo ésto pero para qué voy a contar mentiras a estas alturas...

¡Pues eso! Que lo tengo en mente y ya estoy empezando a ponerlo en práctica. Bueno, por el momento no tengo ni bicicleta y resulta que, además, necesitaría un neopreno para nadar por el lago sin congelarme. Vamos, que estoy un poco en pelotas pero admito que estoy emocionadísima con la idea. 

De momento estoy yendo a nadar porque, eso es precisamente, lo que más me motiva del tema. Yo nado como el culo y ahí es donde le veo la gracia al reto.  Me da como miedo pero me pregunto si sería capaz de hacerlo sin ahogarme...¡¡¡Aiiich, qué absurdo!!! 


martes, 26 de marzo de 2013

Y por cierto...

...Jone ayer cumplió 21 meses. ¡Ésto va que vuela!

Sobre la primavera y su ausencia...

Este fin de semana mi suegra y mi cuñá se han dejado caer por aquí pero el tiempo no ha sido muy bueno. Vamos, que de turismo poco y de comida mucha. 

Oficialmente estamos ya en primavera pero la jodía parece estar de huelga o de baja por depresión. También puede ser que su maromo, el invierno chungo, la tenga acosada y por eso la pobre ni sale a dar una vuelta. Para dar más señas sobre lo delicado del asunto, hoy mismo, ¡hoy!, han caido cuatro copos de nieve de buena mañana. Yo pensaba que era una broma y me lo he tomado con filosofía. Me he calzado las bambas y las mayas de spiderman y me he ido a correr al CERN con Marc y los mozzarella.

Confío que la pobre primavera se encuentre bastante mejor de lo que indican mis sospechas y que ni tenga relaciones con el invierno chungo ni tratos con el Prozac. A ver si se enrolla con el verano calentito y se anima a salir a la calle. Que empezamos a estar desesperados por verla...

Y aquí una afoto de la cuñá y la suegra. Testimonio de su paso por estas tierras y prueba inequívoca de que a Jone lo de las fotos le parece un coñazo mo-nu-men-tal. ¡Toma ya!

 ¡Soltadme! ¡¡Quiero ser libreeeeee!!

¡¡¡Mal, maaal, maaaaaal!!!

Bueno, yo no sé si lo de la menstruación tiene algo que ver pero la cosa es que, desde dicho acontecimiento, llevo lo del proyecto 365 días muy mal. ¡Como el culo, para ser más precisos!

Posiblemente el tiempo lluvioso que está haciendo tenga algo que ver pero, no nos engañemos, eso del tiempo es una excusa y de las baratas. Hombre, sí que hago fotos pero, por una cosa u otra, ni las cuelgo y ya me estoy relajando demasiado...

También confieso que algún día ni he hecho fotos así que para los puristas del proyecto 365 he fracasado estrepitosamente. Pero no nos pongamos tan tiquismiquis (o quitismiquis, según se prefiera). A partir de ahora, y para que ningún ser de luz se ofenda, el proyecto 365 días se llamará casi 365 días ...

Está claro. El que no encuentra soluciones es porque no quiere :)

viernes, 15 de marzo de 2013

¡Momentazo bio-histórico!

Señoras y señores,

Tras dos años y medio desaparecida, ha vuelto...

 ¡Demos una fuerte ovación a Mi Regla!

martes, 12 de marzo de 2013

Aprovechando las siestas de Jone...

Aprovechando que Jone se ha dormido en el coche, me he metido por un camino de cabras con el Skodi para hacer unas fotangas del cielo de hoy. Yo lo he intentado, como siempre, pero debo decir que estas fotos no hacen nada de justicia al cielo superespectacular que hoy decora nuestro paisaje. 

Una pena que no pueda compartirlo con vosotros de verdad. 
   

domingo, 10 de marzo de 2013

¡A correl!

Hoy, después de una noche de travesía por el infierno con Jone, nos hemos ido a Versoix y allí hemos corrido la primera carrera del año. La verdad que hemos tenido más moral que el Alcoyano con este gesto que nos dignifica, más si cabe, como seres humanos.

Hoy el día ha sido, contra todo pronóstico, el más soleado y primaveral por el momento.¡Bien, bien, bien!

Primero ha sido mi turno y he corrido la carrera corta para las mujeres. Que no es lo mismo que decir la carrera para las mujeres cortas.¿¡Vale!? 

La carrera corta no llegaba a los 5 kilómetros y tenía un recorrido bastante plano y tranquilo de no ser por un par de cuestas de esas que te transforman en Chiquito de la Calzada en mayas. ¡Un espéctaculo digno de ver! 

En mitad del recorrido, además, unos músicos tocaban las típicas trompas suizas que, para el que no lo sepa, son igualitas a las que salen aquí abajo. Bueno allí eran sólo dos y no llevaban estos gorros mormones pero, con el efecto Chiquito aún en las piernas, su sonido relajante era de agradecer.

Aquí al final de mi particular hazaña. Lo siento pero no hay documento del momento cuesta a lo Chiquito. ¿Os moriáis de ganas de verlo, ein?

Uno que llega y diser: No puedor, no puedor....


En la imagen se puede ver el interés que tal acontecimiento deportivo ha suscitado en Jone. Imaginamos que cuando sea más mayor, pero no demasiado, lo de vernos corriendo le gustará. Cuando sea demasiado mayor o bien no le hará ninguna gracia o se descojonará al vernos haciendo Chiquitos por las cuestas. Aisss, la paternidad y sus caminos caprichosos... 

Marc, ha corrido la carrera larga de los hombre. Por favor, ahorren aquí sus jueguecitos de palabras...

Aquí los corredores en pimera linia de fuego.


Y aquí Marc.

 

Su carrera ha sido de casi 10 kilómetros y según me ha confesado también se ha convertido en Chiquito en las cuestas esas del demonio. No obstante y pese a llevar la cámara no he podido certifcar dicho acontecimiento. Sí, en cambio, puedo dar fe de que ha corrido y no se ha ido de pinchos. Cosa que en ese pueblo suizo estaría jodida...





Vamos que el día ha estado bonico aunque mucho me temo que mañana no sé si voy a poder levantarme. De hecho ahora mismo, mientras escribo, no sé si irme a la cama o arrancarme con algunos chistes antes de hacerlo. "Maaaaarc fistror de cariñol, uno que llegar y diser: Jaaarrrrl, no puedor, no puedorrrr...!!!" 




Sábado de paseo.

El sábado amaneció gris y así continuó todo el día. Por suerte, los termómetros no hicieron de las suyas y se podía pasear por la calle sin parecer un pingüino. Cosa de agradecer.



Nos fuimos a Ginebra de paseo y visitamos, again, su museo de historia natural. Gratuito y perfecto para soltar a Jone un buen rato. Cosa que disfruta como una loca desatada sin prestar aún mucha atención a lo que allí se puede ver. Muy normal cuando se tiene año y medio...

Por otro lado, como con Jone la visita nunca puede ser en profundidad, siempre que repetimnos hemos acabado descubriendo novedades en sus pasillos. ¡Cosa que también está bien! Vamos, que como plan familiar, es de lo más amortizable. Y cuando Jone sea más grande pues dará para más. ¡Todo un ofertón!

De momento el tema da de sí cuando Jone parece conectar con algún animalillo de allí. Animalillo, sea dicho de paso, pasado por la taxidermia, claro. Pero para verlos en acción y no rellenos de serrín habrá que esperar a que mejore el tiempo. Los zoos de la ciudad aguardan y ya se sabe que la cabra siempre tira p'al monte. 






sábado, 2 de marzo de 2013

Buscando la primavera.

Hoy me he levantado y le he propuesto a Marc irnos a Ginebra a buscar indicios primaverales. No era una misión fácil pero había que intentarlo.

Lo primero ha sido descubrir que la meteo se había equivocado estrepitosamente. Decían que haría sol pero del sol no hemos visto ni calcamonías. Cielo blanco, denso y típicamente invernal.

Decidimos ir al Parque de la Grange. En nuestro recorrido por la calle paralela al lago descubrimos también que las calles ginebrinas están desiertas y que podemos aparcar, sin problema, delante de la puerta del parque. Será que la gente está esquiando, decía Marc. ¡O quemando los muebles para entrar en calor!, respondía yo. 

Entramos en la Grange y lo que se dice gente, no había mucha...

Sin embargo, descubrimos a una ciudadana comiendo fideos en un banco. ¿Serían thailandeses? 

 
Paseando vemos los primeros indicios claros de primavera. ¡Una conífera empieza a prepararse para su polinización!


Continuamos el paseo y llegamos a la zona de juegos. Los columpios están casi desiertos...


 ...y en un banco, descubro a unas mujeres con gorros bolcheviques. ¡Primaveral total!


¡Pero no nos rendimos y descubrimos nuevos indicios primaverales!





Decidimos acabar nuestro paseo y dirigirnos a baños de Paquis, el clásico que te garantiza poder comer  a horas hispanas en Ginebra. De camino veo un pájaro diferente y me pregunto si será migratoria. Sería entonces mi indicio claro clarísimo de que la primavera está cerca.
 

Al llegar a casa hago mis investigaciones y descubro que se trata de una garza real europea. La Wikipedia dice que es una ave migratoria que busca el calorcito cuando llega la primavera pero el mapa adjunto no deja muy claro si estas garzas viven por aquí todo el año o no. Vamos, que como el mapa es una castaña no podemos contentarnos demasiado con el hallazgo.

Llegamos a Paquis y allí, lo que se dice gente, tampoco hay mucha...¡Pero no es tan malo! Llegamos casi a las tres y aún tienen plat de jour. ¡Y qué plato, tú!


Nos acabamos la comida y abandonamos el lugar para, ¡sí, sí, sí! descubrir el indicio claro y definitivo de que la primavera está cerca. En las aguas cojonudas (que diría mi padre) unos pequeños patitos nadan graciosamente. Me encontraba yo en el puente de Paquis con el carro de Jone en volandas por lo que no era el momento de echar una foto. Y además...¡Hacía un frío que te cagaaaaaas así que aceptamos pulpo como animal de compañía y patito como indicio claro de primavera! O no...

Seguiremos informando.

Más fotangas aquí.



El tobogán de La Grange.



viernes, 1 de marzo de 2013

Les voisins et nous.


De pollos y croquetas...

En el día de hoy, solemne primero de Marzo del año 2013, Jone me ha montado su primera rabieta o pataleta monumental en un lugar público. Misère!!!

Los hechos han sucedido esta mañana en una de las boulangeries de Thoiry y el motivo de la ira infantil no ha sido otro que abandonar dicho local y con ello el rincón de juegos que estratégicamente allí tienen para las criaturas. 

Por lo visto Jone se ha enamorado de un organillo multicolor y plurimusical  y no estaba dispuesta a abandonar tal tesoro sin lucharlo a muerte. La muy vellaca se ha tirado por los suelos y ha demostrado sus buenas habilidades motrices (que dirían los entendidos) haciendo un sinfín de rodillos ventrales o croquetas. Todo amenizado con unos gritos de esos que rompen las cristalerias, sean de cristal de Bohemia o de Ikea...

He pagado el pan, he cogido a la croqueta cabreada cual jamón y hemos salido por la puerta como lo haría 007 del Kremlin en plena guerra fría. Una vez en la calle y tras unos buenos metros, Jone se ha recompuesto y ha vuelto a caminar de mi mano como habitualmente. A mí el cabreo también se me ha pasado mientras reflexionaba sobre la fuerza del amor y la cantidad de homicidios que este extraño sentimiento evita.     

En fin, uno de esos episodios que me hacen pensar en el amor y, no sé por qué también, en el recuerdo de mis padres. Sin duda, sólo el amor puede explicar que mis padres no nos enviasen a todos a Tanzania en envío urgente y sin retorno. ¡Gracias aita y ama! ¡Gracias!

035/365



Spring is coming!

Según el calendario escolar francés, esta semana y la siguiente es vacacional y quizá por ese motivo yo tampoco tengo clases de francés en la academia. Oh-la-la! que dirían otras personas menos afortunadas...

En cualquier caso, y aprovechando la coyuntura, ayer decidimos ir a cenar a Ginebra y hasta allí cogimos el tranvía para descubrir que, milagro, la noche no caía hasta casi las 7 de la tarde. Todo un récord. También descubrimos que en la calle no hacía un frío siberiano y que, incluso, se podía pasear un poco a gustito. 

Hombre, no pretendo afirmar que ya se puede ir en chancletas y bermudas pero...¡Pero algo es algo!