domingo, 17 de febrero de 2013

Hasta Bois d'Amont.

Al Chalet Gaillard, en pleno Jura, se puede llegar en época invernal haciendo esquí de fondo o caminando con raquetas de nieve. Seguramente también puede llegarse en trineo tirado por perros o incluso, si me apuras, en burro pero nadie tiene tanto perro junto y un burro en un piso es una incomodidad.

En el Chalet Gaillard además puedes comer un plat du jour a base de rösti y salchichas. Plato sencillo pero de los que sientan de maravilla después de haberte cansado un rato.

En resumen, la subida al Chalet Gaillard es sólo la excusa perfecta para comerte un rösti de los que te sientan bien y no dejan resto alguno de cargo de conciencia. Uno llega hasta allí cansado, devora el rösti y luego lo digiere de vuelta a casa mientras deshace el sendero que lo condujo hasta él. 

Pues bien, hoy unos cuantos seres humanos hemos decidido subir hasta allí. Los seres humanos sin niños a cargo lo han hecho esquiando y las familias, con raquetas. Nosotros íbamos con las familias y después de alquilar  nuestras raquetas nos hemos ido hasta Bois d'Amont, el pequeño pueblo desde donde sale el camino al Chalet. Hemos llegado hasta Bois d'Amont y allí nos hemos quedado...

El camino que llevaba hasta el chalet estaba, como diría mi padre, en casa Diós y además estaba sepultado por la nieve. Con nuestros churrumbeles hemos optado por pegar un paseo por el pueblo y amortizar el alquiler de las raquetas. El plan devora rösti del Chalet Gaillard no ha salido como esperábamos pero hacía solete y la compañía era buena. ¡Me lo quedo también, oigaaaaa!




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