martes, 26 de febrero de 2013
lunes, 25 de febrero de 2013
viernes, 22 de febrero de 2013
031/365
Pues esta es la afoto de hoy. ¡Ahh, malditos intelectuales de pacotilla!¿Existe cosa más interesante y espectacular que Marc fregando platos en detalle? ¿No es acaso el devenir cotidiano la articulación de la belleza en toda su esencia? Ale, que me voy a dar un barrigazo por ahí...¡Mira contra el sofa mismamente!
Hoy, logística diversa.
Hoy ha sido día de visita al dentista y de compras en Ikea (ese lugar abominabe a los ojos de Marc).
En el dentista me he quedado más tranquila porque me han dicho que todo está bien. Ni tengo nuevas caries ni gengivitis así que eso de que me duelan las encías últimamente debe estar relacionado vete tú a saber con qué. ¿Con el invierno?¿ Con la prima de riesgo?¿Con el apareamiento de la ballena franca austral? En fin, misterios de nuestro tiempo, sin duda.
En Ikea, y a riesgo de que a Marc le salga una úlcera, he comprado una sillita y una mesa a juego para Jone. Monísma, ¿no?
Marc está recuperado y ya está iniciando sus típicas negociaciones sobre qué objetos sacar de casa como compensación por los agravios. Parece que algunos juguetes sufrirán destierro inminente. La ONU no puede hacer nada por ellos.
La cena que no fotografié.
Ayer, después de francés, fui a Ginebra a cenar con Vanessa y fuimos a un restaurante thailandés muy chiquitito que está cerca de Plan Palais. Cuando nos trajeron los platos hice unos cuantos juramentos en hebreo por haber olvidado la cámara. Los platos eran muy bonitos y, sobretodo, estaban buenísimos.
En una de las mesas, un señor mayor que comía sopa de fideos nos echaba alguna que otra mirada furtiva. Los espacios pequeños tienen esas cosas. Al final, cuando pagamos la cuenta y nos levantamos, el hombre se nos acercó y nos dijo en un español bastante curioso: "Perdonen, ¿hablan ustedes español? ¿Son de Cuba?"
Bueno, yo no sé cómo nos miró el hombre para ver en Vanessa y servidora a dos cubanas pero la cosa es que empezamos a hablar con el tipo. Resulta que era artista y, cágate lorito, Vanessa ya había ido a una de sus exposiciones hacía unos meses. El hombre, entre otras cosas, nos dijo que él viajaba mucho a Cuba, que le encantaba el español y que Ginebra era un cementerio.Vamos, que se puso contento de oir español después de haberse pasado un tiempo en Cuba trabajando. Por lo visto, la semana que viene expone en una sala cerca del restaurante Thai así que igual nos dejamos caer por allí y, de paso, repetimos la experiencia gastronómica. Intentaré no olvidar la cámara para la ocasión.
miércoles, 20 de febrero de 2013
La culpa fue del cha, cha, cha...
No. La culpa no la tiene el cha, cha, cha sinó el desalmado que dejó en nuestra casa un bote enterito de mermelada de frutas del bosque. De esa tan dulce y ácida. De esa tan güena...
Esta alma despiadada dejó esta arma de destrucción masiva el día que hicimos la comida/merienda a base de crêpes y de eso ya hace casi un mes. El bote ha estado en la nevera todo este tiempo y yo me lo he estado mirando como se mira al chico que te gusta cuando eres adolescente.¡De reojo y sin que se note!
Finalmente, después de grandes debates internos, ayer día no sé cuántos de nuestro Señor, lo abrí. Hoy ya voy por la mitad y me estoy poniendo como el Quiquete. Y lo peor es que con la mermelada, claro, me estoy cepillando la mantequilla que tengo en casa sólo para hacer postres. Vamos que la mantequilla también está por la mitad y sólo espero que ambos botes se acaben para rehabilitarme lo antes posible.
Tengo que investigar y saber qué terrorista urdió este plan maquiavélico de depravación gastronómica. En cuanto sepa quien ha sido, se va a cagarrrrrrrr...
lunes, 18 de febrero de 2013
domingo, 17 de febrero de 2013
Hasta Bois d'Amont.
Al Chalet Gaillard, en pleno Jura, se puede llegar en época invernal haciendo esquí de fondo o caminando con raquetas de nieve. Seguramente también puede llegarse en trineo tirado por perros o incluso, si me apuras, en burro pero nadie tiene tanto perro junto y un burro en un piso es una incomodidad.
En el Chalet Gaillard además puedes comer un plat du jour a base de rösti y salchichas. Plato sencillo pero de los que sientan de maravilla después de haberte cansado un rato.
En resumen, la subida al Chalet Gaillard es sólo la excusa perfecta para comerte un rösti de los que te sientan bien y no dejan resto alguno de cargo de conciencia. Uno llega hasta allí cansado, devora el rösti y luego lo digiere de vuelta a casa mientras deshace el sendero que lo condujo hasta él.
Pues bien, hoy unos cuantos seres humanos hemos decidido subir hasta allí. Los seres humanos sin niños a cargo lo han hecho esquiando y las familias, con raquetas. Nosotros íbamos con las familias y después de alquilar nuestras raquetas nos hemos ido hasta Bois d'Amont, el pequeño pueblo desde donde sale el camino al Chalet. Hemos llegado hasta Bois d'Amont y allí nos hemos quedado...
El camino que llevaba hasta el chalet estaba, como diría mi padre, en casa Diós y además estaba sepultado por la nieve. Con nuestros churrumbeles hemos optado por pegar un paseo por el pueblo y amortizar el alquiler de las raquetas. El plan devora rösti del Chalet Gaillard no ha salido como esperábamos pero hacía solete y la compañía era buena. ¡Me lo quedo también, oigaaaaa!
sábado, 16 de febrero de 2013
viernes, 15 de febrero de 2013
martes, 12 de febrero de 2013
lunes, 11 de febrero de 2013
domingo, 10 de febrero de 2013
sábado, 9 de febrero de 2013
La Palmer.
Mi querida Lauris y Guille han venido a pasar el fin de semana con nosotros y por eso, con la emoción de su llegada, ayer se me despistó el asunto de las fotangas...¡Pero cuando una es un desastre pues pasa lo que pasa!
Hoy nos hemos ido a hacer raquetas en la nieve y hemos tenido mucha suerte con el tiempo. La previsión no se esperaba nada buena pero al final hemos tenido bastante solete y el paseo ha estado muy bien. Bueno, el paseo ha estado muy bien pero Jone, a unos tres cuartos de hora del final, ha manifestado solemnemente que lo de ver el paisaje tan blanco ya era un poco pesado y que cortásemos el rollo. El rollo, claro, no lo hemos podido cortar hasta acabar el susodicho recorrido y aunque la sangre no ha llegado al río aquí la que escribe ha dado teta, por vez primera, en la nieve cual neanderthal en marcha con la tribu. Una experiencia que Marc ha tenido la gentileza de immortalizar con un video de esos que quedarán para la posteridad. Quizá un día, quien sabe, miraré a nuestra Jone pre-adolescente deseando volver a esos momentos en los que me ví con la teta al viento y rodeada de nieve.
Hemos llegado al refugio y allí nos hemos comido unos macarrones y una carne asada que, sin ser una maravilla, a mí me han sabido a manjar. Después a casita y aquí seguimos en ese estado semiletárgico y placenteramente somnoliento que deja la montaña.
Y mañana más.
jueves, 7 de febrero de 2013
miércoles, 6 de febrero de 2013
Vuelve a nevar.
Después de un tiempo de tregua, la nieve ha vuelto a visitarnos para recordarnos que aún estamos en pleno invierno. Digo lo de aún porque precisamente el finde pasado hizo un solete de los que valen un imperio y porque las tardes se van alargando aunque solo sea de manera casi imperceptible. El aire huele, a ratos, un poco a flores pero está claro que, con la estampa de hoy, de invierno aún nos queda un rato.
Aquí podéis ver a Jone. (*)
(*) Que no estaba en la estepa Siberiana sino en el jardin de casa...
martes, 5 de febrero de 2013
lunes, 4 de febrero de 2013
domingo, 3 de febrero de 2013
sábado, 2 de febrero de 2013
viernes, 1 de febrero de 2013
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