Caminando hacia la piscina, y con la calle llena de nieve, me percaté de cosas tan extrañas como éstas:
- La primera es que hace un frío de tres pares.
- La segunda es que la gente se pone muy flamenca estos días.
- La primera es que hace un frío de tres pares.
- La segunda es que la gente se pone muy flamenca estos días.
La gente zapatea repentinamente mientras camina y cada uno lo hace a su estilo y ritmo. Unos lo hacen con toque militar (piernas estiradas y al frente), otros cual niño rabioso y otros que ni Joaquín Cortés en forma. Después me di cuenta que lo que la gente hace es quitarse la nieve de los pies como puede pero es una tarea tan absurda y costosa que mejor llevarlo con resignación.
- La tercera es que los niños dan más miedo de lo normal.
Si te fijas bien, todos los críos van armados con bolas de nieves o se arremolinan entre los matorrales para escarbar en el suelo y construir barricadas. Terrorífico a todas luces.
- La cuarta es que la gente lleva unos gorros que a cual más feo y soviético.Yo me los miro con una combinación entre ¡joder qué horror! y lo bien que me vendría uno de esos...
- La quinta es que también se forman unos charcos nauseabundos y profundos justo delante de los pasos de peatones y ni te cuento lo que cuesta saltarlos. Entre los zapateados y los saltos de longitud te pones en forma que tela marinera.
Lo confieso: empieza a gustarme de verdad.
- La tercera es que los niños dan más miedo de lo normal.
Si te fijas bien, todos los críos van armados con bolas de nieves o se arremolinan entre los matorrales para escarbar en el suelo y construir barricadas. Terrorífico a todas luces.
- La cuarta es que la gente lleva unos gorros que a cual más feo y soviético.Yo me los miro con una combinación entre ¡joder qué horror! y lo bien que me vendría uno de esos...
- La quinta es que también se forman unos charcos nauseabundos y profundos justo delante de los pasos de peatones y ni te cuento lo que cuesta saltarlos. Entre los zapateados y los saltos de longitud te pones en forma que tela marinera.
Lo confieso: empieza a gustarme de verdad.
Claro, si es que es una ciudad con mucho encanto
ResponderEliminaraissssss que frío!y yo aquí haciendo surf...o al menos intentandolo!
ResponderEliminarEn mi memoria quedan resquicios de los duros inviernos de Rumanía: esos gorros horrendos, esos charcos, ese frío... Son vagos recuerdos...Aquí en Madrid en cuanto baja de 3º entro en un estado de depresión profundo. ¡Cómo odio el frío!
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