El otro día me llevé a Jone al parque de la Batie, en Ginebra. Este parque, como muchos otros de la ciudad, está surtido de esos columpios que me habría encantado tener siendo niña (y no tan niña). Sus formas lúdicas y aparentemente inofensivas esconden un sistema perfectamente calculado de entrenamiento marcial helvético. Sólo deseo que Jone tenga la edad adecuada para poder utilizarlos. En realidad esa es la típica excusa que todos los padres kamikazes utilizan para entrenarse en ellos y yo no seré menos.
Además de esta zona de juegos-marciales, la Batie tiene una buena extensión de bosque, una piscina infantil y, lo más importante, un pequeño zoo.
En el zoo de la Batie (gratuito, por cierto) no puedes ver mandriles ni leones pero sí una variopinta selección de animales de granja y anatidaes (o patos en cristiano raso). Todos estupendos.
Aquí tenemos a Jone más contenta que unas pascuas.
Al fondo y de blanco, dos ejemplares de gallina sedosa japonesa. Misterioso lo de japonesa cuando según parece provienen de China. Estos paises pugnan por cosas bien raras...En fin, que aquí pongo otra foto pofesioná para que no perdáis detalle. Y con la peluquería recién hecha, oye.
Aquí tenemos a Jone más contenta que unas pascuas.
Al fondo y de blanco, dos ejemplares de gallina sedosa japonesa. Misterioso lo de japonesa cuando según parece provienen de China. Estos paises pugnan por cosas bien raras...En fin, que aquí pongo otra foto pofesioná para que no perdáis detalle. Y con la peluquería recién hecha, oye.
Jone estuvo muy entretenida persiguiendo un grupo de pintadas que, según parece, habían escapado de su jaula. Bastaron pocos minutos de acoso infantil para que las gallinaceas decidieran prescindir de su libertad y retornasen a la seguridad de su cautiverio.
Héte aquí a la líder del grupo fugado intercambiando unos cacareos con Jone. Me cago en tu estampa, parecía decir.
Y aquí un ejemplar de pintada pofesioná para apreciar los detalles.
Aquí Jone con una cabra. Pero no una cabra cualquiera ¿eh?
Se trata de un ejemplar de cabra enana africana. Que para el que no lo sepa (como yo hace un rato) se está haciendo muy popular como animal de compañía en USA.
Las cabras tienen la pupila rectangular y con ello se calcula que tienen una visión periférica de hasta 270º. Sin embargo las cabras no pueden ver el rojo así que es un misterio para mí saber de qué color estaba viendo nuestra cabra enana de la foto a Jone.
El mundo de los animales es fascinante, sin duda. Algo tan aparentemente cercano como una gallina de corral esconde un montón de datos insospechados...
Pensaba yo en las gallinas y en los ojos de las cabras mientras nos acercábamos al recinto de los ciervos. Una hembra estirada al sol y con masticar repetitivo parecía muy poco interesada en nosotras. Jone, empujando nuestro carrito, parecía muy poco interesada a su vez en ella. Y en ese momento yo tuve una revelación casi mística. Por primera vez me dí cuenta de que si eres un valiente todo el mundo dirá de ti que eres un gallo. Y, contrariamente, si eres un cobarde, todo el mundo dirá de ti que eres una gallina. Y ésto es, por lo que parece, un tópico bastante universal. Una misma especie animal sirve para hablar del valor o de la ausencia del mismo. Me di cuenta también de que no es lo mismo ser una vaca que un toro y que ser un zorro es mucho mejor que ser una zorra. También es más amigable ser un perro que una perra por lo que la cosa empezaba a divagar en el uso de lenguaje y el andropower de los cojones (valga aquí la redundancia).
Y os parecerá una soberana jilipollez pero, con el sol en la cara y
evitando que Jone metiera el carro en el recinto del jabalí me pareció
de lo más revelador.
Nos disponíamos a abandonar el zoo cuando una última visión del jabalí roncando sobre un lecho de fango y excrementos me iluminó de nuevo. Siempre será lo mismo ser un cerdo que una cerda...
muy bien nena,tu si que sabes.Que guapa esta mi Jone
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