viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Saliendo de Atapuerca?

En una caverna muy grande y muy fría, ataviada con pieles bastamente trabajadas y pasando penurias indescriptibles estaba yo pintando escenas de caza con sangre y ungüentos sagrados. Todo eran promesas y súplicas para que los Dioses fueran piadosos en un futuro. La luz era escasa y la sombra había hecho de la caverna su vasto reino. Encontrándome yo de esta guisa, algo misterioso sucedió. Un haz de luz atravesó la negrura de la sombra invitándome a salir de la caverna. Así lo hice con paso trémulo y ojos ardientes ante ese nuevo resplandor. La luz era cegadora y cuando pude ver, me vi a mí misma sentada frente una mujer de pelo dorado y gafas de pasta. No era un ángel. No era Diós. Era una maestra del centro de idiomas para adultos de Ferney Voltaire. Me dijo que mi nuevo nivel de francés es el B1. Nivel intermedio. La mujer de cabellos dorados y gafas de pasta me ha pedido que me quite las pieles de la caverna. Yo por si acaso he salido en pelotas de allí pero con las pieles dobladas metidas en una bolsa. Y lo he hecho rápido. No quería dar tiempo a que la bondadosa mujer se lo repensara y me condenara de nuevo a la caverna.  
    

"¿Que no te gusta mi modelito? ¡¡Pues ya puedes ir estudiando, mona!!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario