La semana pasada fuimos unos días a las Hispanias en busca de papeleo variado. ¿Pero por qué? Pues porque aquí Magrans y Prados hemos decidido casarnos y, con ello, dejar de vivir en pecado (pero qué horror de frase). O dicho de otro modo, que vamos a formalizar nuestra relación (peor todavía) y que vamos a hacer las cosas bien hechas (jodeeeer, ésta sí que tiene tela). ¡En fin, que nos casamos!
Pues querido lector, si es usted español, está en edad de merecer y le parece romántico un bodorrio en Ginebra coja lápiz y apunte. Para casarse en Ginebra necesita:
1. Certificado de nacimiento internacional de los novios.
2. Certificados de fe y estado con sello del consulado español.
3. Si vive en el extranjero, certificado de residencia. También con sello del consulado español.
Si tienen hijos antes de estar casados (¡hay qué ver qué irresponsabilidad!) necesitan además:
1. Certificado de nacimiento internacional de la criatura.
2. ¡ Y ATENCIÓN! Reconocimiento paterno de la criatura. Este documento no lo tenemos en España ya que, por defecto, el reconocimiento del bebé se apunta en la partida de nacimiento cuando los padres no están casados. Tela marinera...
Todos los documentos escritos en español deben estar traducidos al francés por traductor jurado.
Pues bien, fuimos a Barcelona, hicimos las visitas justas y echamos unos buenos ratos en busca de los papeles. Que si primero al ayutamiento de Igualada. Que después registro civil de Igualada. Que después cagando leches al registro civil de Barcelona. Que remata volviendo a Igualada a por un documento firmado in extremis por no sé qué regidor...Al final conseguimos los papeles y nos fuimos de vuelta para Ginebra.
En Ginebra la gente del consulado se portó de fábula y nos hizo las traducciones de todos los documentos. El único problema era que no teníamos el dichoso reconocimiento paterno de Jone. Volver a Igualada no nos pareció tentador por lo que, con todo el tema lingüístico resuelto, decidimos ir a la Marie de Ginebra ese mismo día a probar suerte. Nos atendió una mujer muy maja (que también hablaba español) y el milagro se hizo efectivo. No nos faltaba ningún papel y nos tramitaron nuestro expediente de matrimonio. El día 22 de Mayo tenemos que ir a hacer una especie de lectura de contrato matrimonial. No es la boda. Tenemos que llevar a alguien que nos haga de traductor y nos leeran en qué consiste esto del casamiento en Ginebra. Después de ese día sí, y ya sí, podrán darnos cita para el matrimonio. De momento a ver qué tal es eso de la lectura del matrimonio. Continuará...
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