Sólo unas dos semanas han pasado desde mi desaparición y casi ni sé por dónde empezar.
Mariola se fue. Laura Palmer llegó. Con ella también lo hizo un nuevo temporal de frío que dejó el lago surtido de formas heladas que nunca antes había visto. En tierras catalanas, Girona amaneció sepultada por la nieve. Laura se fue. Las formas heladas del lago también. Marc, el Skodi y yo nos fuimos hasta Girona. El paso de la Jonquera aún ofrecía restos importantes de la nevada de la semana anterior. Llegamos tarde. La Pili nos esperaba. Dormimos bien. Al día siguiente vimos el estado penoso del jardín. Nos convertimos en leñadores de medio pelo y dimos buena cuenta de los árboles caídos. Después del trabajo regresé a mi habitación. Tenía 7 llamadas perdidas de mi hermano Alfredo. Le llamé. "¡Hombreeeee!¿Qué pasa Alfred?" Me dice que está bien y que mi amuma ha muerto esa misma mañana. Cuelgo. Lloro. Marc está en la habitación. "Què ha passat?" Se lo explico. Acabamos el día cenando en casa. Al día siguiente acompaño a Marc al aeropuerto. Nos despedimos. Yo me quedo. Pequeña práctica de lo que será en poco tiempo, pienso entonces. El Skodi y yo nos dirigimos a Igualada. Mi hermano mayor me espera allí. Llego milagrosamente a la hora acordada y con su Focus nos vamos a Bilbao. Allí paso unos días. Despedimos a mi amuma. Regreso con Ainhoa y Alfredo a Barcelona. Me dejan en Igualada y allí me reencuentro con Skodi. Parece estar cubierto de multas pero, por suerte, son sólo papelitos sin importancia. Alguien parece estar loco por ayudarme con mis futuras multas. Llego a mi casa. Duermo en mi antigua habitación. Me cuesta dormir. Al día siguiente llevo a Skodi a la ITV. Nadie en la carretera ni en la calle. Juega el Barça. El test dura sólo unos minutos. Mi Skodi victorioso recibe su nueva pegatina. Antes de retomar la carretera me doy cuenta de que en realidad había decidido bajar a Barcelona esa semana por esa pegatina...
A veces todo pasa tan rápido que no entiendo nada. O no quiero entenderlo.
Mariola se fue. Laura Palmer llegó. Con ella también lo hizo un nuevo temporal de frío que dejó el lago surtido de formas heladas que nunca antes había visto. En tierras catalanas, Girona amaneció sepultada por la nieve. Laura se fue. Las formas heladas del lago también. Marc, el Skodi y yo nos fuimos hasta Girona. El paso de la Jonquera aún ofrecía restos importantes de la nevada de la semana anterior. Llegamos tarde. La Pili nos esperaba. Dormimos bien. Al día siguiente vimos el estado penoso del jardín. Nos convertimos en leñadores de medio pelo y dimos buena cuenta de los árboles caídos. Después del trabajo regresé a mi habitación. Tenía 7 llamadas perdidas de mi hermano Alfredo. Le llamé. "¡Hombreeeee!¿Qué pasa Alfred?" Me dice que está bien y que mi amuma ha muerto esa misma mañana. Cuelgo. Lloro. Marc está en la habitación. "Què ha passat?" Se lo explico. Acabamos el día cenando en casa. Al día siguiente acompaño a Marc al aeropuerto. Nos despedimos. Yo me quedo. Pequeña práctica de lo que será en poco tiempo, pienso entonces. El Skodi y yo nos dirigimos a Igualada. Mi hermano mayor me espera allí. Llego milagrosamente a la hora acordada y con su Focus nos vamos a Bilbao. Allí paso unos días. Despedimos a mi amuma. Regreso con Ainhoa y Alfredo a Barcelona. Me dejan en Igualada y allí me reencuentro con Skodi. Parece estar cubierto de multas pero, por suerte, son sólo papelitos sin importancia. Alguien parece estar loco por ayudarme con mis futuras multas. Llego a mi casa. Duermo en mi antigua habitación. Me cuesta dormir. Al día siguiente llevo a Skodi a la ITV. Nadie en la carretera ni en la calle. Juega el Barça. El test dura sólo unos minutos. Mi Skodi victorioso recibe su nueva pegatina. Antes de retomar la carretera me doy cuenta de que en realidad había decidido bajar a Barcelona esa semana por esa pegatina...
A veces todo pasa tan rápido que no entiendo nada. O no quiero entenderlo.
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