viernes, 4 de diciembre de 2009

Cosas a tener en cuenta en este país.

En este país, familiares y amigos, hay que tener mucho ojo con el depósito de gasolina del coche.
Resulta que las gasolinares en las zonas rurales (osea el 80% del territorio) cierran a las seis de la tarde y además, si te quedas sin gasolina, no encuentras una estación de servicio hasta caminar cual peregrino a Santiago. Conclusión: mejor llenar el depósito cada vez que puedas.
¿Y cómo he apredindo yo ésto?
Pues ésto lo aprendí porque casi nos quedamos tiradas regresando de la caminata por el camino de cabras que, tras 50 km, te devuelve a la civilización.
Bueno, a la civilización bien, bien no te devuelve...
El camino te lleva a Manupara , el último pueblo antes de llegar al parque nacional.
Manupara es un pueblucho medio fantasma donde lo único que puedes hacer es comer un fish and chips como Dios manda y, con suerte, echar gasolina.
Lo del fish and chips lo hicimos de ida, antes de la caminata, y era de los de verdad porque costaba cuatro duros, era de ración XXL y te lo servían en papel de periódico cual paquete sorpresa. Así quedaba el tema cerrado:

Así abierto:

¡Vaya percal de fritanga!

Pero como decía, y sobre el tema de la gasolina, hicimos todo el camino de vuelta al pueblo del fish and chips en reserva y cuando milagrosamente llegamos las dos gasolineras estaban cerradas por lo que no pudimos repostar. Conclusión: tuvimos que hacer noche en Marupara.
La suerte estuvo de nuestro lado porque al final encontramos una especie de cámping con cabinas para dos personas y nos salió hasta tirado de precio. ¡Y hasta teníamos tele!
Para rematar nos acercamos de nuevo al fish and chips de la muerte y redondeamos el tema de la fortuna. Llegamos cuando las maoríes estaban cerrando y limpiando el local pero una de ellas se apiadó de nosotras y nos hizo uno de los paquetazos sorpresa: repleto de fritanga y por cuatro duros.
En la cabina recuperamos las fuerzas y todo el colesterol reducido durante nuestros días de penuria gastronómica en la caminata. ¡Menos mal!

No hay comentarios:

Publicar un comentario